El periodo de transición culminará en diciembre de 2020, cuando se aplique el brexit duro o blando
A falta de unas semanas para que se apruebe el Brexit el 29 de marzo, la comunidad británica ve peligrar su pensión, su acceso a la sanidad,su visado de permanencia, etc.
Sharon es una británica que lleva 24 años viviendo en Marbella y habla un español casi perfecto. Con lo que le resulta fácil dejar claro que vive, al igual que los otros 4.000 residentes británicos del municipio, desde hace meses con el corazón en un puño a causa de los posibles efectos que el Brexit tendrá sobre su vida. “Tengo una hermana que igualmente vive en España, necesita una medicina para el cerebro y no sabe si perderá el derecho a recibirla si el Brexit es duro”, explica Sharon.
Blando o duro
Blando o duro. Ahí está la cuestión. El Parlamento británico ha vetado el acuerdo que la primera ministra Theresa May había alcanzado con la Unión Europa para regular las futuras relaciones. Una manera blanda que no hubiera cambiado en la práctica que la hermana de Sharon siguiera recibiendo su medicina, el cobro de las pensiones a los miles de jubilados británicos o su estatus legal en España.
Sin embargo, parece que todo se encamina a un Brexit duro, en el que no se sabe cómo se regularán las relaciones entre Inglaterra y España y de la primera con el resto de Europa. Y esa incertidumbre es lo que más afecta a los 4.000 británicos que viven en Marbella.
Hace unos días la cónsul para Andalucía y Canarias, Charmaine Arbouin, estuvo reunida en el Salón de Plenos del Ayuntamiento con muchos de los residentes afectados. Para asegurar, por encima de todo, que no puede asegurar nada. Está todo en el aire. Lo único que dejó claro es que quien no lo haya hecho aún, que solicite la residencia en España lo más pronto posible. Antes de la fatídica fecha del 29 de marzo de este año.
A pesar de todo, algo de esperanza pudo dar la cónsul cuando señaló que “el ministro Borrell ha asegurado que se hará un decreto ley para garantizar los derechos y la estancia sin problemas de los británicos residentes en España. Por eso conviene que se solicite la residencia antes del 29 de marzo.
La Bestia Negra de May
Ha superado mociones de censura de los laboristas, reuniones maratonianas con la Unión Europea para llegar a un acuerdo ordenado y la propia opinión desfavorable del Banco de Inglaterra a las repercusiones económicas de aislarse de Europa. Pero seguramente lo mas sangrante para la Primera Ministra Theresa May sean las puñaladas traperas de un nutrido grupo de diputados de su propio partido.
El parlamentario y aristócrata eurófobo Jacob Rees-Mogg es una de las “bestias negras” que defienden a capa y espada la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. No tan conocido en España como el ex ministro de peinado imposible Boris Johnson o el polémico Nigel Farage, este millonario de especial rancio abolengo es la actual cara visible de los diputados brexiters y presidente del grupo eurófobo European Research Group (ERG). Ya intentó hace unos meses el cese de la Primera Ministra Theresa May impulsando una moción de censura. Y casi lo consigue. Ahora quiere que el acuerdo con la UE para un Brexit blando se vuelva a negociar más a favor de Inglaterra, sobre todo en lo que se refiere a la frontera con Irlanda.
Otro movimiento más en este juego de ajedrez al que le quedan pocas semanas para más jugadas. El tiempo se acaba. La fecha límite: el 29 de marzo.
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