El Complejo Ambiental Costa del Sol alcanza la autosuficiencia energética con fuentes 100% renovables

794

La reducción de la huella de carbono y el ahorro de energía son dos de los principales retos de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental. En concreto, en el Complejo Ambiental Costa del Sol se ha invertido 1,5 millones de euros en la instalación de placas fotovoltaicas para alcanzar el autoconsumo energético, lo que permitirá reducir 544 toneladas de emisiones de dióxido de carbono anuales a la atmósfera.

El presidente de la Mancomunidad de Municipios de las Costa del Sol Occidental, Manuel Cardeña, ha explicado que el Complejo Ambiental Costa del Sol “requiere un alto consumo eléctrico para el proceso de tratamiento y selección de los residuos”. “Gracias a la instalación fotovoltaica, durante las horas de sol, se podrá sustituir hasta un 45 por ciento de la potencia contratada, lo que supone tanto un ahorro económico como medioambiental”.

Apuesta por la eficiencia y el ahorro energético

La nueva instalación se ha ubicado sobre la cubierta de las principales naves del Complejo Ambiental, en total unos 22.000 metros cuadrados de superficie (más de dos campos de fútbol). El sistema lo integran 4.900 paneles solares fotovoltaicos y 18 inversores de 100 kilovatios, que generarán una potencia pico de 2.200 kilovatios. Una vez puesta en marcha, permitirá un ahorro energético de hasta el 45 por ciento aproximadamente del consumo habitual.

Para alcanzar la autosuficiencia energética, el Complejo cuenta con la nueva Planta de Aprovechamiento Energético de Biogás que completará el 55 por ciento restante con el biogás procedente de los vasos de vertido que alimentarán dos motores de generación de energía eléctrica. Así, gracias a este sistema de hibridación de energía, se canalizará la energía generada por biogás y por las placas fotovoltaicas consiguiendo la total autosuficiencia energética del Complejo con energía 100 por cien renovable. Incluso será posible generar excedente energético para inyectar en la red eléctrica.

Con la puesta en marcha de las placas fotovoltaicas para la generación de energía eléctrica se pretende minimizar el impacto ambiental del servicio de tratamiento de residuos urbanos consumiendo energía de generación propia procedente de una fuente de origen renovable, como es la energía solar.

Por su parte, Cardeña ha incidido en que el compromiso de la Mancomunidad “no sólo es recuperar de los residuos que nos llegan a la instalación el máximo de materiales para su reciclaje, sino tratar de que en este proceso consumamos la mínima energía y generemos la menor cantidad de CO2”. Está previsto que la instalación fotovoltaica proporcione unos 1.763 megavatios hora al año, ante un consumo previsto de 3.306 megavatios aproximadamente.