Perteneciente a Médicos Sin Fronteras, ha formado parte del equipo de coordinación para ayudar en las residencias de mayores de Barcelona
Nines Lima es una doctora marbellí perteneciente a Médicos Sin Fronteras (MSF) que ha estado en el meollo de uno de los epicentros de esta pandemia; formando parte del equipo de coordinación para ayudar en las residencias de mayores de Barcelona.
En calidad de coordinadora médica de residencias ha tenido conocimiento de la dramática situación que se ha vivido en estos equipamientos asistenciales. Que se han convertido en los grandes focos negros de esta pandemia. Ya que, al hecho de que los mayores son los más indefensos ante el coronavirus, se suma la lógica falta de formación de los cuidadores ante una crisis epidémica; de protocolos adecuados de actuación para proteger a los abuelos y de medios de protección suficientes. Y eso se ha traducido, según datos aportados por El País el pasado 23 de abril, en más de 15.300 personas fallecidas en residencias de servicios sociales con la confirmación de coronavirus o síntomas compatibles. Una tragedia masiva.
Médicos Sin Fronteras
Nines Lima, y decenas de compañeros de Médicos Sin Fronteras (MSF), se sumaron al principio de la pandemia al dispositivo de asistencia a las residencias por toda España. Aportando todos los conocimientos que MSF tiene en situaciones de emergencia ante brotes como el ébola, el cólera o la malaria.
“Encontramos situaciones muy graves en las residencias. Donde no tenían equipos de protección individual (EPI) suficientes, se ha infectado muchísimo personal y se han quedado casi sin plantilla en la mayoría para poder gestionar al número de pacientes enfermos y sin poder organizar las residencias en zonas limpias y no mezclarlas con las contaminadas”, explica la doctora marbellí, que ha monitorizado el seguimiento de muchas de las residencias en las que MSF ha intervenido en Barcelona. Con el objetivo de conocer sus necesidades, sus carencias, sus problemas y darles el conocimiento y la formación para crear zonas limpias, protocolos para circuitar las estancias de la residencia y así evitar contaminar las zonas limpias.
Servicio de Empleo de Cataluña
Además, Médicos sin Fronteras ha contactado con el Servicio de Empleo de Cataluña para dotar a los centros del personal necesario para mantener cuidados a los mayores. Y, cómo no, también han distribuido material de protección en algunas residencias; incluyendo 1,4 millones de pares de guantes; 115.000 mascarillas quirúrgicas; más de 100.000 batas desechables; botas y un millar de máscaras transparentes reutilizables de protección facial.
MSF también se ha encargado de una labor crucial: coordinar que los familiares tengan acceso a los pacientes mayores de las residencias. “Hemos dado una gran importancia a que los hijos y familiares de mayores enfermos en las residencias pudieran estar cerca de ellos. Y tuvieran la posibilidad de despedirse de ellos de una forma digna”, asegura la doctora Lima.
Esta marbellí cuenta con una prolongada experiencia de veinte años asistiendo a los más desfavorecidos en crisis humanitarias en lugares como Somalia; Afganistán; Sudan; Congo o Níger. Y asegura que “nos ha pillado el toro a todos los países. Porque el coronavirus es, aún ahora mismo, el gran desconocido. Nosotros cuando tenemos un brote de cólera sabemos cuál es el protocolo para actuar. Pero con el coronavirus estamos en pañales. La propia Organización Mundial de la Salud cambia sus criterios de un día para otro. Tenemos mucho que aprender”.
Mucho trabajo por delante
Para Nines Lima hay mucho trabajo por delante. Aunque estamos aún en la interminable meseta de la curva que se aplana; esta marbellí ha querido hacer hincapié en las graves consecuencias que está teniendo; y que tendrá; el coronavirus en la salud mental. “Ahí también debemos estar preparados, porque habrá mucha gente sin trabajo. También debemos tener presente a los sanitarios y personal de residencias que lo están pasando muy mal; y deberemos ayudarles a gestionarlo a nivel emocional. Además de a las personas que no han podido despedirse de sus padres fallecidos. Va a haber muchos casos de ansiedad, depresión, etc”.
A pesar de que poco a poco las UCIS se van descongestionando, estamos aún en plena fase de emergencia sanitaria. Muchos médicos y enfermeras no se han hecho aún los test para saber si están infectados; y queda mejorar aún más el suministro de material de protección. Ya está empezando el proceso de desescalada; se habla de fechas para salir a hacer deporte; para abrir bares y los protocolos que seguridad que se deberán seguir. En definitiva; parece que ha pasado lo peor; y que el camino de descenso para recuperar la normalidad está más o menos franco. Y por eso, pronto; habrá que plantear responsabilidades a quienes han permitido que los más desprotegidos de la pandemia; los mayores; hayan sido los más afectados, muriendo por miles, en muchos casos solos, sin asistencia y sin tan siquiera la mano de un familiar para despedirse. Por ellos. Por pura justicia.
Una experta en situaciones de emergencia
Nines Lima es una marbellí con un amplio historial de actuaciones en crisis humanitarias en el Tercer Mundo con MSF desde 2001. De 2007 hasta 2016 formó parte del departamento médico de Médicos Sin Fronteras en Barcelona como referente de enfermedades tropicales y olvidadas como malaria; Chagas; Leishmaniosis Visceral y la Enfermedad del Sueño; proporcionando apoyo técnico y estratégico en distintos países y proyectos.
Hace tres años fundó con varios colegas de MSF la ONG Cooperativa Humanitaria. Cuyo objetivo consiste en formar a los equipos de sanitarios que dan respuesta a las emergencias relacionadas con epidemias. De hecho, cuando la pandemia se extendió, la doctora marbellí tenía programados viajes a Congo y Venezuela que, lógicamente tuvo que suspender. Así que se reincorporó a Médicos Sin Fronteras para aportar en España todo su conocimiento en situaciones extremas en diversas partes del mundo donde hay guerras; conflictos étnicos; hambrunas y epidemias de todo tipo.
Sin quitarle hierro a cómo la pandemia está afectado al mundo, Nines Lima puntualiza que “cuando alguna persona me dice que esto es una guerra yo le digo que en un país en conflicto no hay supermercados abiertos. Ni puedes darte una ducha caliente. Ni tienes Netflix o Wasap para entretenerte o comunicarte. Esto no es una guerra. Es una pandemia, muy grave, pero de la que vamos a salir”.
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