Senderismo en la Concha con prudencia

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bomberos de Marbella, que suben varias decenas de veces todos los años para rescatar a turistas y senderistas

Bomberos de Marbella suben a la Sierra Blanca varias decenas de veces todos los años para rescatar a turistas y senderistas

Miles de personas acuden a la Sierra Blanca, uno de los entornos naturales más bellos y traicioneros de Málaga. Algunos de ellos deben su vida a las intervenciones de los bomberos de Marbella.

Dos guiris que suben a la Concha por la tarde y se pierden en  el descenso por culpa de la oscuridad al no llevar linternas. Un ruso que enciende una hoguera, provocando un incendio, para que vayan a rescatarle porque se le ha hecho de noche y se ha extraviado. Dos jóvenes que descendiendo de la Concha se salen del sendero y acaban enriscados. Una chica que se desorienta por culpa de la niebla y se queda sin batería en el móvil, pasando parte de la noche al raso en pleno invierno.

Casos reales

Todos son casos reales. Casos de personas que, por desconocimiento, falta de previsión o por imprudencia, acaban convirtiendo lo que tenía que ser una ruta de senderismo por Sierra Blanca en una pesadilla que no olvidarán. Afortunadamente todos fueron rescatados por los bomberos de Marbella, que suben varias decenas de veces todos los años para rescatar a turistas y senderistas que se creen, en la mayoría de los casos, que subir a la Concha es un mero paseo para el que no hay que estar especialmente equipado o preparado. Este periódico ha hablado con algunos de estos bomberos para concienciar sobre los riesgos de estas montañas y la necesidad de ir al campo preparado.

Sierra Blanca

Durante todo el año miles de personas transitan por los senderos de Sierra Blanca, subiendo a la Cruz de Juanar o a la cumbre de la Concha. “Y, a pesar de que es baja montaña, es una zona potencialmente muy peligrosa porque se producen cambios de tiempo muy bruscos, y muy rápidamente. Y te puedes encontrar con un frío intenso y niebla cuando una hora antes lucía el sol”, explica el Cabo Manuel Guerrero.

Este veterano bombero y espeleólogo señala que las intervenciones más frecuentes son por pérdidas, “debido a que se hace de noche y si te sales del sendero acabas extraviado o por niebla”. Aunque también hacen intervenciones por lesiones, torceduras o roturas y golpes de calor. Y no sólo en  personas, también en perros. “Hemos tenido que subir a rescatar a algún canino desfallecido por el esfuerzo. Los dueños deberían tener en cuenta que subir a la cumbre de la Concha no es como dar un paseo por la playa”, explica Guerrero.

Rescates

Desgraciadamente, no siempre las intervenciones de los bomberos marbelleros terminan con final feliz. En las navidades de 2016 no pudieron hacer nada por el conocido profesor sampedreño Pepe Moreno, fallecido tras caer desde uno de los farallones calizos que anteceden a la Concha.

Tampoco cuando hace unos años se estrelló un helicóptero cerca de la cima del Lastonar, el mayor pico de Sierra Blanca, en la que fallecieron dos novios ingleses que realizaban un paseo aéreo y el piloto español. Los restos del aparato siguen ahí como testimonio de la tragedia. “O la desaparición de Meyer, un alemán que se fue sólo a la sierra y nunca más se supo. Lo estuvimos buscando mucho tiempo, pero nada. Estas montañas son mucho más peligrosas de lo que pueda pensar la gente, sólo hace falta un despiste o un mal paso y te caes por una cañada por la que nadie pasará en años”, sentencia el Cabo de bomberos.

Sierra Blanca está cada vez más llena de personas. Turistas que van en chanclas y sin agua, monosabios equipados en Decathlon que se creen capaces de subir el Everest y senderistas prudentes que saben que van a un medio natural que puede ser muy hostil para el hombre.

Simplemente hay que tener en cuenta un dato: se tardan seis horas en ir y volver de subir la cumbre de la Concha, por un sendero duro y exigente y con tramos sin senda ni sombra.

Consejos en Montaña

Llevar el móvil con la batería cargada.

Descargar en el móvil la aplicación SOS Emergencias.

Nunca ir solo al campo. Lo ideal son tres personas: si una se accidenta, otra se queda con ella y el tercero busca ayuda.

Llevar suficiente agua, comida y abrigo necesario. Además de un botiquín básico y una linterna.

Estudiar previamente la ruta que se desea hacer para saber si tenemos la capacidad de completarla.

Nunca salir al campo sin estudiar la previsión meteorológica.

No empieces la actividad tarde y planifica el horario con un margen de seguridad adecuado al más lento del grupo.

Deja dicho dónde vas y los detalles de tu actividad a alguien cercano.

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