47 policías locales que se encargan, junto a los menguantes efectivos de la Nacional, de velar por la seguridad y cumplimiento de las Ordenanzas Municipales en Marbella y San Pedro
Concierto de Manu Carrasco en Starlite. Concierto de George Benson en Puente Romano. Gala Marbella Fashion Week en Puerto Banús. Feria de Nueva Andalucía. Evento lúdico de cientos de personas de una empresa inmobiliaria y de Consulting en la Finca de la Concepción. Y decenas de miles de turistas y visitantes recorriendo el paseo marítimo, el casco histórico y dispersos por los 27 kilómetros de espacio que hay entre el puerto de Cabopino y Guadalmina. Esta es una tarde y noche cualquiera de verano para los 47 policías locales que se encargan, junto a los menguantes efectivos de la Nacional, de velar por la seguridad y cumplimiento de las Ordenanzas Municipales en Marbella y San Pedro.
Marbella Actualidad ha acompañado a varios de esos policías por el término de la ciudad. Como el Oficial Palacios, un marbellero de adopción con 24 años de experiencia a cargo de la zona que hay entre Cabopino y Puerto Banús. La prioridad del día: chequear que para el inicio de los conciertos de Manu Carrasco en Nagüeles y George Benson en Puerto Banús no se producen retenciones de tráfico. “Para que todo funcione bien hay que ser previsor: como sabemos que Manu Carrasco ha vendido todas las entradas habrá que tener efectivos suficientes para que cuando termine el concierto los cinco mil asistentes desalojen la cantera sin formar retenciones de tráfico”, señala Palacios.De allí nos desplazamos a Puente Romano, donde un par de policías locales en moto se dividen en dos tareas: encargarse de que la grúa municipal se lleve dos coches mal aparcados y regular el tráfico en la rotonda del hotel ya que se están formando atascos.
Mientras esto pasa, Palacios intercambia información con el jefe de seguridad del hotel. Hay una banda de argelinos que se desplazan en motos y que roban relojes de alta gama con el método del tirón. “El año pasado era un grupo de italianos los que sustraían con fuerza Rolex y Cartier y fueron detenidos. Este verano hemos tenido ya varios casos, pero con esta banda originaria del Norte de África. Tarde o temprano los cogeremos”, explica el Oficial de la Policía Local.
Uno de los puntos calientes del municipio cuando cae el sol es Puerto Banús. Y para allá vamos. Y muy oportunamente, porque nada más situarnos junto a la barrera de acceso occidental, ésta desciende sobre una turista despistada y la arroja al suelo, donde queda medio desmayada. Rápidamente Palacios y su compañero Rafael socorren a la señora, la sientan en una silla y permanecen con ella hasta que se recupera del susto. Entre medio Palacios atiende a varios grupos de visitantes, sirviendo de improvisado guía turístico.
El siguiente lugar que chequear es la Gala Marbella Fashion Week que se celebra en la avenida de Lola Flores, junto al Ocean Club. Nos despedimos del Oficial Palacios ya que esta vez iremos acompañando a un policía veterano, Juan, y a uno de reciente promoción, Carlos, que patrullan todo el entorno de Puerto Banús. Llegan tarde porque han tenido que atender a una joven extranjera en la entrada del hotel Sissu con un presunto coma etílico. Han esperado a que llegara la ambulancia que se la ha llevado al hospital.
La Pasarela está vigilada por cuatro policías, todo está correcto, así que nos dirigimos entre las masas de gente al Muelle de Ribera. Y pronto nos para una pareja de saudíes. Ella está desconsolada porque explica que tres búlgaras le han robado el bolso con el pasaporte y las tarjetas de crédito. Ha visto como la seguían por hasta tres comercios del puerto. El marido acaba de llegar, ya que ha “atrapado” a una de las supuestas rateras. Ella explica que no tiene nada que ver abriendo su bolso de imitación para demostrar su inocencia. Aunque reconoce al agente Carlos que tiene antecedentes por hurto. De sus dos amigas ni rastro. Seguramente estarán ya en la otra punta del Puerto repartiéndose el botín de la saudí. La seguridad del recinto portuario se encargará de analizar las imágenes de videovigilancia, pero poco más se puede hacer.
Retomamos el patrullaje cuando un desconocido se acerca al agente Juan, se identifica como policía local de Estepona y entrega una cartera perdida de un ciudadano portugués. Éste tendrá suerte porque está su DNI y será fácil contactarlo para devolverle su documentación.
La noche cae en Puerto Banús. La una de la mañana es la hora bruja: cuando ya las últimas familias y turistas tranquilos se marchan, abren los locales de ocio de la conocida calle del Infierno y el puerto se empieza a llenar de gente con ganas de divertirse. Es también a partir de esa hora cuando las parejas de policías locales se agrupan, formando unidades mayores para poder actuar eficazmente ante las previsibles peleas nocturnas. Sencillamente, una noche cualquiera de verano en la Costa del Sol.