Servicio de Oftalmología
El servicio de
Oftalmología del
hospital Quirónsalud Marbella recomienda la primera revisión de la vista de un niño sano a los 3 años. Esta unidad, dirigida por el doctor
Nabil Ragaei, advierte de la importancia de la detección temprana: “hasta la edad de siete y ocho años el sentido de la vista de un niño está en continuo desarrollo. Un proceso de maduración en el que puede producirse alguna deficiencia que el especialista debe detectar antes de que el menor madure completamente su visión”. Por ello, el doctor del hospital marbellí recomienda esta primera revisión en etapa temprana de desarrollo “para tener tiempo de actuar en la corrección de cualquier anomalía que se detecte”.
Según detalla el doctor
Ragaei, en esta primera visita al oftalmólogo se trata de comprobar que todas las estructuras del ojo se están formando correctamente. Es decir, “que no existan anomalías como cataratas debido a problemas de la retina o del nervio óptico. También hay que confirmar que ambos ojos están correctamente alineados y que no tuerza alguno de ellos (dolencia conocida como estrabismo)” subraya. El jefe de Servicio de
Oftalmología de
Quirónsalud Marbella resalta que este examen es importante para determinar defectos refractivos que señalen la necesidad de gafas.
Uno de los aspectos importantes que los padres deben tener en cuenta es la ausencia de anomalías evidentes; y esa es la razón por la que a algunos progenitores les pasa desapercibido los defectos de visión que pueden estar desarrollando los pequeños. “Aunque no se note problema visual (hay deficiencias que no dan la cara), gracias a un diagnóstico precoz estamos a tiempo para corregir casos como el denominado ojo vago (ambliopía) o el estrabismo – puntualiza
Ragaei– quien, además, alerta. “Si antes de los siete u ocho años no se ha tratado, son casos complicados de recuperar”.
Posibles síntomas
Desde el Servicio de
Oftalmología del hospital
Quirónsalud Marbella recalcan la importancia de que el entorno familiar esté pendiente a determinados signos que pueden alertar de la existencia de algún problema visual:
- Torcer alguno de los ojos a partir de los 4 meses.
- Lagrimeo con legañas de forma frecuente.
- Frotarse los ojos constantemente.
- Molestias frente a mucha claridad.
- Torcer anormalmente la cabeza cuando quiera mirar algo.
- Acercarse mucho a las cosas (juguetes, televisión, libro…)
En caso de darse alguno de estos indicativos, se recomienda llevar al menor lo antes posible al médico oftalmólogo especializado para que pueda evaluar y formular un diagnóstico.
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