Marbella Actualidad se ha desplazado al cercano río Guadalmina de la mano del experto en odonatos y mariposas José Manuel Moreno, para conocer las libélulas
En inglés son conocidas como dragonflies y damselflies, dragones y damiselas voladoras. Para nosotros son Libélulas y caballitos del Diablo y las condiciones climáticas y geográficas han convertido a la Costa del Sol en uno de los lugares más ricos en diversidad de estos dos tipos de odonatos. De hecho, los ríos que vierten al litoral malagueño son famosos a nivel mundial por acoger una amplísima variedad de libélulas y caballitos del agua (o del Diablo). Debido a ello, nuestra provincia es visitada frecuentemente por expertos internacionales que realizan estudios sobre estos extraordinarios animales.
Marbella Actualidad se ha desplazado al cercano río Guadalmina de la mano del experto en odonatos y mariposas José Manuel Moreno para conocer los secretos de esta especie, que ya era vieja cuando surgieron los dinosaurios, ya que sobrevuelan la Tierra desde hace 320 millones de años. Y algo bueno debe tener su diseño, ya que su modo de volar es estudiado en universidades para aplicarlo al funcionamiento de los drones
“Son criaturas increíbles. Y aquí contamos con una variedad enorme de diferentes tipos de libélulas y caballitos de agua”, explica José Manuel Moreno mientras observa con ojo experto los numerosos tipos de odonatos que sobrevuelan los cañaverales del embalse del Guadalmina. “Son muy resistentes y adaptables. Pueden vivir en zonas de aguas estancadas, en ríos de aguas movidas, en charcos o, incluso, en las piscinas. Y se alimentan de larvas de mosquitos, renacuajos pequeños, otras libélulas y todo tipo de larvas”.
Aunque ambos pertenecen al orden de los odonatos, no son iguales: las libélulas tienen alas desiguales, no las pliegan cuando aterrizan, tienen los ojos casi juntos y un cuerpo fuerte y robusto. Mientras que los caballitos del Diablo (o agua) son más frágiles, pliegan las alas y tienen los ojos claramente separados.
Pasear durante el verano junto a los ríos Guadaiza, Gualdamina o Verde, y sus embalses, significa estar rodeado de muchas de las 70 variedades que están catalogadas en Málaga. Y nuestra provincia acoge al 80% de las que existen en España. Es una especie muy territorial, como asegura el también experto en odonatos, Javier Caracuel, “tenemos un tesoro que muy pocos saben valorar y debemos de ser conscientes de ello. Son uno de los mejores bioindicadores de que un río está sano. Además, algunas de las especies que hay en los cauces malagueños son endémicas”.
Precisamente, Caracuel organiza el próximo 13 de agosto una visita guiada para observar libélulas en el río Guadaiza, en el marco de las Salidas a la Naturaleza que organiza la Delegación de Medio Ambiente. Será una oportunidad única para descubrir los secretos de un animal prehistórico que es un auténtico tesoro y que ha elegido Málaga y la Costa del Sol como su hogar.