El auge de los Vehículos de Movilidad Personal impone la inseguridad en aceras y paseo marítimo

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El auge de los Vehículos de Movilidad Personal impone la inseguridad en aceras y paseo marítimo

Los patinetes eléctricos son un fenómeno que ha venido para quedarse pero que debe controlarse y reglamentarse

Con la ordenanza que los controlará, aún pendiente de ser aprobada, este verano los Vehículos de Movilidad Personal seguirán aprovechándose del vacío existente para ocupar el espacio que a los peatones les pertenece por derecho en las aceras y el Paseo Marítimo.


Paseo Marítimo de Marbella. Un espacio compartido por peatones, runners, ciclistas y usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (VMP), los conocidos patinetes eléctricos con o sin sillín; hoverboards; segways; etc. Un lugar que debería ser exclusivamente usado por los peatones  que, sin embargo, deben compartirlo cada vez más con los VMP, que campan a sus anchas, a pesar de estar totalmente prohibido su uso en este espacio junto al mar.

Sábado de primavera a las seis de la tarde. Una pareja pasea por el abarrotado  paseo marítimo con sus cuatro hijas. A la más pequeña se le cae la pelota y da unos pasos para recogerla. En ese momento un patinete eléctrico con sillín manejado por un corpulento turista extranjero llega a toda velocidad. El tiempo se para. El patinete frena en seco a diez centímetros de la niña. Y el extranjero sale volando cuatro metros antes de aterrizar en el mármol. Los padres de la niña y muchos peatones, recriminan al magullado turista la imprudencia de ir por el paseo marítimo como si fuera una pista de carreras.

Esto es un suceso real que ha pasado en nuestro municipio. Y no es único. Unos días después de este incidente, un niño fue atropellado por un joven unos metros más allá, en la zona de El Ancón, sufriendo unas magulladuras. Estos sucesos son avisos de que algo no se está haciendo bien. De que debemos plantearnos qué modelo de ciudad queremos; y a quién pertenece el Paseo Marítimo y las aceras. ¿A los peatones? ¿O a cualquier vehículo con ruedas que quiera circular por él? Por que todos no cabemos en este espacio limitado junto al mar. Y tampoco en las aceras de la ciudad; cada vez más ocupadas por los Vehículos de Movilidad Personal que se niegan a ir por la carretera.

Acciones disuarias

La intención del Ayuntamiento es que los VMP estén totalmente prohibidos en el Paseo Marítimo y en cualquier acera. Y que su uso esté limitado a la carretera o a los carriles-bici. Pero la normativa que regulará todo esto sigue guardada en un cajón; y la Policía Local ya ha tenido que actuar en numerosas ocasiones ante el mal uso de los VMP por parte de turistas borrachos. Fuentes de la Policía Local consultadas por este medio aseguran que “lo único que podemos hacer ahora es una acción disuasoria mientras se aprueba la nueva normativa”.

Por eso, los agentes solo pueden retirar patinetes y VMP cuando ven que el usuario va bebido y poco más. “No tenemos actualmente las herramientas legales para multar y esto va a peor. Los políticos no pueden ir por detrás de la sociedad. No se puede esperar a que pase algo grave con algún peatón para que se decidan a legislar”, sentencia esta fuente policial.

¿Y qué hace el Ayuntamiento? Tiene preparada una completa Normativa, la Ordenanza Reguladora de Medidas de Seguridad Vial para la Circulación de Peatones; Viajeros; Ciclos y Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Regulará, entre otras cosas, todo lo relacionado con estos problemáticos vehículos. Un reglamento, que va por el borrador número 58; y que está a la espera de que la Dirección General de Tráfico publique su propia normativa para armonizarse con ella. Algo que no parece que vaya a pasar en el corto plazo.

Vehículos de Movilidad Personal

Desde el Ayuntamiento el concejal de Transporte Félix Romero explica que no van a cometer el mismo error que con el alquiler de bicicletas Ofo. “Ya he tenido reuniones con una veintena de empresas que quieren llenar las calles con patinetes eléctricos, a semejanza de Málaga, pero a todas las hemos echado para atrás”, señala el edil. Quienes aún siguen funcionando, al amparo del limbo legal actual, son las varias empresas de alquiler de VMP, cuyos usuarios principalmente utilizan el paseo marítimo.

Circuitos cerrados

Romero explica además que la futura ordenanza establecerá unos circuitos cerrados en los que podrán circular los patinetes. Y en ningún caso podrán hacerlo por las aceras o por el paseo marítimo. Los usuarios deberán tener más de 16 años, llevar casco y los vehículos no podrán circular a más de 20 km por hora. Los VMP tendrán la obligación de estar asegurados, lucir una matrícula municipal y, para los particulares que tengan en propiedad un Vehículo de Movilidad Personal, deberán tener un carné de conducir.

¿Está la ciudad preparada para el creciente número de VMP que transita por nuestras aceras y paseo marítimo? La cuestión es saber qué modelo de ciudad queremos.

Los patines de la discordia

MANUEL PUERTAS

Los patines de la discordiaAl principio fue ciencia ficción o quizás un juguete con el cual nos divertíamos, pero pasado el tiempo se ha convertido en un modo de transitar por nuestras calles sin ninguna limitación y con libertad absoluta de movimientos. Nos estamos refiriendo a los artefactos con motor eléctrico dígase: segway; monopatines; plataforma de una o dos ruedas; etc. Se le ha denominado VMP, vehículos de movilidad personal. No son el futuro, son el presente pues es una forma cómoda, económica, ecológica y gratificante para moverse por la ciudad en itinerarios de corto recorrido.

La Administración como ocurrió hace dos décadas con la incursión de la bicicleta en el tráfico va muy por detrás de la evolución de la tecnología y de las demandas de movilidad en el entorno urbano. En el caso que nos ocupa podemos constatar cómo nuestras vías están de forma máxima ocupadas por diferentes modelos de VMP, guiados que no conducidos, por personas que montan en ellos transitando de aquí para allá disminuyendo sensiblemente la zona de incertidumbre con el peatón, es decir, un viandante no puede transitar seguro, pues le es imposible adivinar cuáles serán los cambios de velocidad y trayectorias de estos patines de la discordia.

Falta de capacitación

La falta de capacitación de esos conductores hace incrementar el riesgo potencial de accidentes de tráfico, especialmente atropellos, y lo que para muchas personas es más importante:“poder caminar sin sobresalto por aceras, paseos y parques”. Fue un grave error meter con calzador carriles bici en calles sin capacidad en detrimento de los peatones y del transporte colectivo. Y si en el pasado reciente las aceras y los pasos de peatones han sido usurpados ilegalmente por los ciclistas, ahora se constata que como plaga bíblica estos artefactos y/o juguetes eléctricos ocupan calzada y acera a su antojo, desplazando a los viandantes fuera de su espacio naturaly ante la pasividad de la Administración.

Los patines son conducidos de forma anárquica y temeraria. Transitan por las calles igual que lo harían por el salón de su casa. Lamentablemente la Dirección General de Tráfico dependiente del Ministerio del Interior, ha echado balones fuera con la publicación de la Instrucción 16/V-124 de fecha 3 de noviembre de 2016, pasando a los Ayuntamientos toda la responsabilidad para la regulación de estos hipotéticos vehículos. Aunque algunos entes locales han aprobado normas, unos prohibiendo su circulación por acera y calzada, y otros permitiéndolo, ninguno da soluciones a los problemas que genera al tráfico con grave deterioro de la convivencia ciudadana.

Lo anterior se agrava aún más cuando analizamos los primeros datos de accidentalidad publicado por la Fiscalía de Seguridad Vial, en el año 2018, los VMP estuvieron implicados en 300 accidentes con víctimas, de las cuales 5 fallecieron (tres embestidas al propio VMP, una caída y un atropello a un peatón). Según dicha institución las previsiones indican que, en 2019, el número de fallecidos puede triplicarse (entre 15 y 17 muertos) si no se hace nada “de forma inminente”. En nuestro municipio en el último año ha habido un aumento de atropellos localizados en el Paseo Marítimo de la Ciudad.

Regulación y ordenación del tráfico

Decir, que el Ayuntamiento de Marbella dio en junio de 2018 el primer paso con la publicación de un Decreto de la Alcaldía mediante el cual se regula y se ordena el tráfico, no solo de estos nuevos vehículos eléctricos, sino que también las bicicletas. Además, prohíbe la circulación de vehículos de alquiler sin la preceptiva licencia municipal, y señala que solo podrán circular los patines de las clases A y B por las zonas que estén señalizadas como zona ciclable en el Paseo Marítimo, que dado el ancho libre existente, unos 3 metros en el mejor de los casos, es imposible circular con fluidez y seguridad por ese mínimo espacio que comparten peatones, ciclistas y conductores de patines eléctricos.

Pasado un año de la publicación del Decreto y los bandos informativos, al parecer el problema persiste. Y hasta que el Estado apruebe el nuevo Real Decreto que re-defina a los VMP, los ayuntamientos tendrían que asumir sin más demora la responsabilidad que le otorga la Ley en materia de tráfico y transporte; e impulsar la creación de un Programa Integral de Movilidad, así como la aprobación por la nueva Corporación de una“Ordenanza Reguladora de Medidas de Seguridad Vial para la Circulación de Peatones, Ciclos y Vehículos de Movilidad Personal”, con unos objetivos específicos como son: la de definir a los nuevos vehículos regulando su uso; la de capacitar y habilitar a los conductores de bicicletas y VMP; la de adecuar la ordenación del tráfico de nuestras calles a las nuevas demandas; y por último la de facilitar un marco legal a la Policía Local para ayudarles a desarrollar su labor de vigilancia preventiva. Y todo ello en aras de garantizar la seguridad vial y la convivencia pacífica de todos los usuarios de la vía.

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