Las obras de construcción de la primera residencia pública de mayores de Marbella en el Trapiche del Prado han comenzado ya y cuentan con un plazo de ejecución de 14 meses.
La alcaldesa, que ha visitado este lunes los trabajos, ha señalado que, pese a la complejidad de todo el proceso, «la ciudad contará con este importante y necesario equipamiento, que en dos fases albergará a un total de 150 usuarios, además de la rehabilitación del edificio histórico como centro de interpretación».
La regidora, acompañada por los ediles de Obras, Diego López, y Derechos Sociales, Isabel Cintado, ha indicado que «es un día memorable para el municipio» y ha añadido que «también se cumple el deseo que tuvo desde el principio la familia Mateo Álvarez para la creación de estas instalaciones en esta parcela cedida para este fin».
En este sentido, ha recordado que «en 2010 ya se adjudicó la obra a una empresa que, finalmente, debido a la crisis no pudo emprender la construcción». «Sin embargo, seguimos con la decisión intacta, impulsando otras actuaciones en la parcela, de cara a la ejecución, finalmente de los trabajos, que ya se han iniciado», ha apuntado.
La actuación, que cuenta con un presupuesto total de diez millones de euros, repartidos entre la propia residencia –seis millones de euros– y el centro de interpretación –cuatro millones cofinanciados con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), en el marco del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020), se lleva a cabo en una superficie de 8.000 metros cuadrados.
En el caso de las instalaciones para los mayores, se desarrollará en dos fases, destacando la primera en la que crearán dos edificios de nueva planta, con más de 40 habitaciones para dar cabida a cerca de un centenar de usuarios, a las que se sumarán otras 25, en una segunda fase, llegando la cifra total a las 150 personas.
Ambas edificaciones contarán con habitaciones dobles e individuales, con baños y otras estancias, zona de recepción y espera de visitantes, cocina, comedor, espacio de lavandería y lencería, partes comunes y salas de estar, además de apartados para una atención especializada y enfermería.
Además, la residencia cumplirá con las exigencias de la normativa de la Junta de Andalucía para posibilitar la concertación de plazas con la administración autonómica.