Este equipamiento ocupa un espacio de más de 15.000 metros cuadrados y ha tenido un coste de 1,8 millones
Pablo Ráez ha obtenido el reconocimiento que se merece a nivel institucional. Este joven marbellero, que falleció por la leucemia dando todo un ejemplo de esperanza y superación, ha dado nombre al Bulevar de Arroyo Primero, que acaba de ser inaugurado este pasado 30 de junio en una ceremonia que ha contado con una amplia representación política y social de todo el municipio.
Bulevar de Arroyo Primero, punto de encuentro
Según ha señalado la alcaldesa Ángeles Muñoz, “queremos que este Bulevar se convierta en punto de encuentro para el disfrute y la convivencia de familias y niños, y así lo planteamos cuando decidimos su construcción hace 4 años”. La regidora definió al joven marbellero que ha dado nombre a este equipamiento como “el vecino más querido y añorado de la ciudad y aquí le hacemos justicia a él y a su legado”. Por su parte, su padre Francisco Ráez quiso agradecer a su familia, amigos y compañeros bomberos por todo el apoyo recibido.
El Bulevar Pablo Ráez cuenta con un auditorio; dos zonas de juegos infantiles, para menores de 6 años y de 6 a 12 años; seis zonas de estancia de aguas; una cafetería de 200 metros cuadrados; zonas verdes; dos circuitos biosaludables; un punto limpio, y áreas de descanso con numerosos bancos y palmeras.
Largo camino
La construcción de este equipamiento lúdico tuvo problemas durante las obras de la primera fase. Surgieron dificultades técnicas debido a que el suelo era inestable y no estaba bien compactado para garantizar que aguantase el peso de instalaciones previstas en superficie como un graderío. Con lo que el Ayuntamiento del entonces Tripartito tuvo que solicitar hasta dos prórrogas. Y la segunda ya no fue concedida por la Diputación, que era la que financiaba la obra con 2,1 millones de euros.
Después vino la moción de censura que desbancó al Tripartito a favor del eje Partido Popular-Opción Sampedreña. Y ha sido la nueva corporación la que ha asumió el compromiso de finalizar la obra. Eso sí, pagando con dinero municipal los 1,8 millones de euros que ha costado al final.
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