A pesar de no estar jugando mal el Trocadero Marbella no está teniendo la suerte de cara en los momentos claves
Mal fin de año para los intereses del Trocadero Marbella, tras enfrentarse al A.D. ING. Industriales Las Rozas y perder por 48-25, que ha visto cómo no ha podido finalizar el 2017 con una victoria balsámica que mitigara la racha negativa que arrastra, desde que se enfrentaran hace mes y medio, con el líder. Y es que, aun a pesar de no estar jugando mal no están teniendo la suerte de cara en los momentos claves de los partidos y han encajado cuatro derrotas consecutivas, que han alejado a los costasoleños de los puestos de honor de la tabla.
Y es que los marbellíes, conscientes de lo que se jugaban, salieron a por todas desde el principio. El primero en romper la defensa contraria fue el hoy capitán e improvisado centro, Ignacio Molina, con un primer ensayo y la posterior transformación de Santi Pando. Pero tres minutos después era el otro ex VRAC, Stefano Tucconi, quien colocaba el oval en la zona de ensayo contraria y subía el 0 a 12 en el marcador.
Primer ensayo transformado
Aun así los locales no se amilanaron por el ímpetu visitante y al cuarto de hora lograban su primer ensayo transformado (7-12). A los veinticinco minutos volvían a elevar su casillero con la transformación de un golpe de castigo y acercarse aún más en el marcador (10-12).
A la media hora, el joven sub20 Andu Masuyama, lograba un tercer ensayo para los marbelleros, que no tuvo tampoco su posterior intento de transformación (10-17). Pasaban los minutos y parecía que los visitantes se iban a ir al descanso, cuando los madrileños lograban un ensayo sobre la bocina y cómo no, con la inefable conversión de su pateador, que se tradujo en el empate a diecisiete y el fin de la primera parte.
Visto lo visto en la primera mitad nadie hubiera vaticinado lo que vendría en la segunda. Y es que los segundos tiempos se les están atragantando a los de Salva Almeida. Todo lo malo que pueda pasar les está pasando a los marbellíes. Y por el contrario, la suerte le está sonriendo a sus rivales. A los cinco minutos de la reanudación los locales tuvieron uno de esos ramalazos oportunos a sus intereses y lograban una nueva marca y su transformación (24-17), que casi inmediatamente fue replicada con la conversión de un golpe de castigo (24-20).
Partido duro y muy igualado
Hasta ese momento el partido estaba siendo duro y muy igualado, cuando llegaron los diez minutos fatídicos, que ya se está volviendo algo habitual en los últimos encuentros. Intercepciones, botes favorables, pases al límite del “avant”, les permitió a los madrileños endosar un parcial de 24 a 0, con tres ensayos transformados y para más inri, la conversión de un golpe (48-20).
Demasiado castigo para los costasoleños, que si bien habían mostrado un tono defensivo más relajado, no habían hecho deméritos para esta debacle. A menos de diez minutos del final, Oscar Cruz consiguió un último ensayo, que tampoco se logró transformar, para dejar el marcador final en 48 a 25 y al menos, tener el premio de consolación de conseguir un punto bonus ofensivo.
Desde luego que los jugadores y el cuerpo técnico marbellíes van a acordarse del apertura local, el sudafricano Wayne Gardner. Él solito consiguió más de la mitad de los puntos de su equipo, con dos ensayos y un 100% de efectividad, en los lanzamientos a palos.